2 Butacas de 5
Envidia Sana (“Le bonheur des uns…” como título original) tiene en su dirección a Daniel Cohen, con no mucha experiencia y escasas obras anteriores como Le Chef. En el guion de este filme ha colaborado con Cohen Olivier Dazat, quien parece estar más introducido en el texto cómico francés con películas como “Astérix en los Juegos Olímpicos” y “Podium”.
“Envidia sana” no pudo ser mejor título para esta liviana comedia francesa. La película nos lleva a la vida de un curioso grupo de amigos en la ciudad de París, del que sobresale Léa (Bérénice Bejo, “The Artist”, “A Knight’s Tale”) como protagonista. Léa trabaja como dependienta en la tienda de ropa de un centro comercial y desde el principio de la historia aparece con una marcada inquietud por la escritura. Su grupo de amigos y, sobre todo, su marido (Vincent Cassel, “Cisne Negro”, “La Haine”), no parecen tratarla muy bien debido a su personalidad insegura y poco decidida. Aún así, un tiempo después, descubre que un escritor de gran calibre quiere leer la historia que está escribiendo y su vida comienza a percibir un cambio que durará para siempre. Ello provoca que sus compañeros Karine (Florence Foresti) y su marido Francis (François Damiens) comiencen a desarrollar una envidia y una animadversión secreta hacia ella por su tan repentino éxito.
A lo largo de la película Léa no cambia su manera de ser (al contrario que sus amigos). Siendo honesta consigo misma, continúa siendo una persona indecisa y cargada de inseguridades (una faceta contradictoria a priori, pero interesante), desde la elección de un postre, hasta continuar con su pareja o seguir formando parte de la vida de su amiga de la infancia.
Como ya se ha mencionado, esta es una película ligera, con una trama muy sencilla y que en ocasiones no parece llevarnos a ninguna parte, con personajes muy arquetípicos y con poca voluntad de ser un poco más profundos. El problema por el cual podemos quedarnos con esta sensación es que se trata de una comedia no muy bien ejecutada. Esperamos un giro dramático y algo de profundidad porque los punchlines y los chistes (si los hay) no terminan de encajar. Es difícil tener claro cuál es el tono de la película, alguna broma fácil funciona, pero durante el resto del metraje parece más un drama de amistad y de pareja sin una meta concreta. Su objetivo desde el principio no parece ser el mostrar una moraleja sobre las relaciones tóxicas de amistad y de pareja, sino simplemente entretener, algo en lo que, sin lugar a duda, no efectúa bien. Es probable que al verla nos parezca más un capítulo piloto de una serie costumbrista y de bajo presupuesto que una película de hora y cuarenta minutos. Tiene un ritmo lento para el interés que logra generar.