4 Butacas de 5
El próximo viernes 18 de junio se estrena “En un barrio de Nueva York”, de la mano del equipo que el año pasado nos brindó la sorprendente “Hamilton”, sólo que esta vez Jon M. Chu está en la dirección de la cinta. Director conocido por cintas poco más que entretenidas como fueron “G.I. Joe: La venganza” o “Ahora me ves 2”.
Pues bien, ante el que promete ser el musical del 2021, las expectativas estaban muy altas, pues es un género que cuando se emplea de la forma correcta, nos deja para el recuerdo auténticas maravillas, o al menos películas muy disfrutables. Entonces, ¿qué tal ha estado “En un barrio de Nueva York”?
Pues bien, la película empieza con Usnavi, dueño de una pequeña tienda que sueña con volver algún día a la República Dominicana, donde afirma que pasó sus mejores años. Alrededor del protagonista veremos a varios personajes, con sus conflictos personales, y sus sueños por cumplir. De dichos personajes me gustaría destacar a la abuela Claudia, que podríamos decir que es la matriarca del barrio, un personaje que nos dará mucha ternura, y que nos brinda el más bonito y profundo número musical de toda la película.
Obviamente, nuestros personajes principales tendrán sus particulares romances entre ellos, que en muchas ocasiones podrán ocasionar conflicto con aquello que quieren lograr. El romance protagónico de Usnavi junto a Vanessa, puede que nos dé la sensación de haberlo visto en otras películas, pero no deja de ser realmente encantador, aunque, personalmente me resulta más interesante la pareja que forman Nina y Benny.
Puede que esta historia haya sido bastante trillada a lo largo de la historia del cine, pues a todos nos suenan decenas de historias de pequeños personajes humildes, que aspiran a algo más en la vida y sueñan con salir de su pequeño mundo, mientras tienen que lidiar con sus relaciones paternales y sentimentales, pero una vez te dejas llevar por la película, te da completamente igual que ya te lo hayan contado otras veces, porque aunque te sea familiar la historia, la forma en la que lo cuentan es hipnótica y bastante encantadora.
Respecto a los números musicales de la cinta, he de decir que están muy logrados en cuanto a coreografía y creatividad, pero que al principio las canciones pueden pecar de sonar bastante parecido, pequeño problema que se va solventando a medida que avanza la cinta, mostrándonos números musicales cada vez más memorables, como en especial el mencionado antes de la abuela Claudia.
En definitiva, aunque hemos visto esta historia otras veces, en esta película nos sigue conmoviendo y haciéndonos pasar un muy buen rato, de la mano de unos personajes carismáticos que harán que las dos horas y media pasen en un suspiro.