3 Butacas de 5
La II Guerra Mundial fue uno de los acontecimientos más deleznables cometidos por el ser humano. Durante la sed de conquista de Alemania, el nacismo impuso su ley y fuerza, a costa de la vida de millones de inocentes y con el apoyo de países de alma fascista que quisieron apoyar la Guerra. Cada país jugó sus cartas, y el cine nos ha permitido conocer historias desconocidas que ocurrieron alrededor de los actos bélicos.
Uno de los países europeos invadidos por los nazis fue Dinamarca. La ocupación tuvo lugar el 9 de abril de 1940 bajo la Operación Weserübung, cuando los alemanes cruzaron la frontera danesa, violando su neutralidad. Para evitar un inútil derramamiento de sangre, el gobierno danés se rindió casi inmediatamente, y como recompensa se les respetó su autonomía y se permitió el escape de la comunidad judía. La campaña alemana contra Dinamarca fue la más breve de la historia militar.
La neutralidad de Dinamarca ya comenzó en la Primera Guerra Mundial, continuando posteriormente como una estrategia salvadora del pueblo danés. Una de las figuras políticas del país danés que ayudó a esta neutralidad fue la de Henrik Kauffmann, embajador danés en Washington en 1939 y que la película The Good Traitor se encarga de desgranar.
La película nos sitúa al borde del inicio de la II Guerra Mundial, cuando la situación se volvió crítica en Dinamarca sobre todo tras la invasión alemana. En ese momento, descubrimos a la figura de Kauffman, embajador danés en EEUU que toma la decisión de declararse único representante verdadero de una Dinamarca libre en oposición a los nazis. El largometraje nos presenta parte de la biografía de un político que actúo como salvador, pero también nos deja tintes de un oportunismo para no perder sus privilegios de poder y beneficios.
Es evidente que una guerra es un acto abominable, y la vida de miles de soldados daneses, sin apenas experiencia, de ciudadanos libres en Dinamarca, estaban en vilo por lo que Kauffman, aferrado al poder desde Estados Unidos, da rienda suelta a todo un arco de estrategias políticas y geográficas para seguir siendo el verdadero representante. Desde la cesión de Groenlandia a Estados Unidos hasta plantar cara al mismísimo presidente del gobierno danés y su Rey.
The Good Traitor es un largometraje biográfico y lineal, careciendo del ritmo vertiginoso que hemos visto en otras propuestas y centrándose más en diálogos y estrategias que nos permiten conocer la figura emocional del embajador. Ulrich Thomsen (Banshee) es sin duda el gran protagonista de la cinta, demostrando solidez y solemnidad en un papel que representa de forma correcta y sin grandes alardes. La gran traba por la que atraviesa la película es la segunda trama que ofrece el film, un triángulo amoroso entre Kauffman, su mujer y la hermana de esta, convirtiendo a la película por momentos en un melodrama aburrido y que saca por momentos al espectador de la trama principal.
En conclusión, The Good Traitor es una película solida en cuanto al descubrimiento de la figura de Henrik Kauffman, un salvador de su país, pero también dejando al espectador el poso de un personaje ¿oportunista?, una dualidad en la que mantenerse con vida y los privilegios formaba parte del juego. Una historia bien narrada pero que adolece de un mayor ritmo a consecuencia de una historia romántica bastante banal.