3 Butacas de 5
“Confucio fue el que inventó la confusión” o eso nos dijo Miss Panamá en 2009. En esta película no nos van a ofrecer asuntos filosóficos, pero si un surtido interminable de confusiones, malentendidos y traspiés. Eso sí, maravillosamente sazonados con mucha comedia y un poco de muerte. Así es la nueva cinta del director de Feliz día de tu muerte (Happy Death Day) donde se combina a la perfección la comedia más hilarante y el terror más sangriento.
La historia puede recordar a otras tantas películas de humor ligero donde un adolescente intercambia, siempre por accidente, su cuerpo con el del malo de la película. En este caso, la protagonista tendrá 24 horas para recuperar su cuerpo de las perversas intenciones de un asesino en serie totalmente desquiciado, que no trama nada bueno.
Se trata de una propuesta divertida, dinámica y, en cierto modo, casi nostálgica que ofrece carcajadas, asesinatos creativos e incluso sutiles observaciones apropiadas sobre el género, la sexualidad y las relaciones de pareja.
A partir de una base masticada, se genera un compendio de situaciones surrealistas, humor sutil, escenas de acción y persecuciones sorprendentemente coreografiadas y unos diálogos estupendamente hilados. Incluso el arriesgado uso del “humor incómodo”, al más puro estilo de The Office, consigue generar sonoras carcajadas entre el público.
Curiosamente, se trata de una película que antepone a los personajes a la trama. Si bien el hábil espectador puede adivinar el final de la película, e incluso adelantarse a los acontecimientos, seguro que no puede prever el estupendo surtido de situaciones de humor, muertes inesperadas y todo el conjunto de escenas trilladas que están por venir.
De una manera casi poética, este proyecto es casi una carta de amor al género slasher y a las películas de adolescentes catalogadas como “americanadas”, pero también es un paseo reconfortante por una historia sencilla pero estupendamente mostrada. Un abrazo cinematográfico chorreante de sangre.
En resumen, es una cinta que busca y consigue hacer que el espectador se ría alto y fuerte. Si bien se sostiene a base de gags y escenas incómodas, barnizadas con sangre, la película consigue ser entretenimiento puro a pesar de no ser la más original de la cartelera.