3´5 Butacas sobre 5
Han pasado tres años desde que las puertas de Downton Abbey se cerraran con la promesa en el aire de un colofón cinematográfico por todo lo alto. El próximo viernes 20 de septiembre los fans de la ficción de Julian Fellowes verán esa promesa cumplida y podrán volver a ver los Crawley y compañía enfrentarse a uno de los acontecimientos más importantes de sus vidas: la visita de sus majestades los reyes de Inglaterra.
Es Downton Abbey (2019) una película que parece uno de aquellos agradables y siempre espectaculares especiales de Navidad en los que la plata, la vajilla, los trajes y las joyas parecían brillar más que nunca. Sin embargo, en este extenso especial preparado para volver a hacer las delicias de todos los sentidos—incluidos esos marcados acentos ingleses— lo que los fans estábamos esperando es saber qué va a suceder con Downton Abbey en una época en la que las familias nobles comenzaban a abandonar el aristocrático modo de vida. Las sucesiones y herencias, de hecho, llevarán de cabeza a la siempre irreverente Lady Violet, protagonista del emotivo momento final. Sin embargo, el tema se toca de manera bastante superficial y no llega a ser en ningún momento el centro de la trama, sino más bien una de las muchas microhistorias alrededor del evento principal. Ciertamente, a la película no le hace falta el arco del futuro de Downton Abbey para funcionar, pero, como fan, me quedo con ganas de aquello que quedó en el aire al finalizar la serie. ¿Quizás una nueva película con un salto temporal mayor? Solo hago sugerencias.
Y ya que me he quejado como fan, voy a empatizar un poco con el público que vaya a ver la película, pero que jamás haya visto la serie. Está claro que este es un film fanservice, pero no se puede olvidar al resto de espectadores. Mientras estaba embelesada con la elegancia fría de Lady Mary, las salidas de tono de Lady Violet, las desternillantes aventuras de Daisy y Mrs Patmore o la inesperada nueva sonrisa del sufridor Barrow no dejaba de pensar en aquellos que no conocieran a nuestros queridos personajes. No hay introducción, los reyes anuncian su llegada a Downton Abbey y comienza la acción. Nunca me había dado cuenta de la cantidad de personas que circulan por la casa de los Crawley. ¿Cómo poder entender la situación de todos y cada uno de esos personajes si no se los conocía de antes?
Podría parecer que lo único que hago ante la esperada vuelta de Downton Abbey es quejarme, pero nada más lejos de la realidad. Estos fallos se convierten en pequeñeces cuando la maquinaria que hizo que todos nos enamoráramos de la serie vuelve a funcionar y ya solo queda que todos los entrañables personajes vuelvan a ganar nuestros corazones. Y es que, como bien dice nuestro querido Carson, «Downton Abbey forma parte de nosotros».