Con motivo de la conmemoración de dicho día se estrenará en la plataforma y totalmente restaurada la película ‘El Hijo de la Novia’.
Aunque dice el refrán que madre no hay más que una, el cine español está lleno de personajes femeninos que se enfrentan a la maternidad desde todos los ángulos posibles. Con la importancia que la figura de la madre ha tenido siempre en la cultura de nuestro país, es totalmente lógico que esa importancia se haya filtrado en nuestras películas, muchas de las cuales están construidas sobre esa relación única que se da entre una madre y una hija. Es a esa figura, indispensable en nuestra vida, a la que FlixOlé le dedica su nueva colección, que coincide con el Día de la Madre, que se celebrará el próximo 2 de mayo. Pero como se es madre todos los días, también hay que disfrutar del cine español todos los días.
El personaje de la madre ha sido clave siempre en el cine español. Por eso, nuestra colección empieza centrándose en películas del periodo de la Transición a la democracia, un periodo en el que tantos cambios hubo, en todas las facetas de la vida. La primera película que presentamos es CRÍA CUERVOS (Carlos Saura, 1976), uno de los grandes clásicos de nuestro cine, con una enorme Geraldine Chaplin, como madre de Ana Torrent, en una película que habla del estrecho vínculo, que a veces traspasa las mismas fronteras de la vida, entre una madre y su hija. También de Carlos Saura presentamos MAMA CUMPLE CIEN AÑOS (1979), sobre la reunión en torno a la matriarca de una familia desestructurada, repleta de envidias y de codicias. Pero si hay una madre icónica del cine de la Transición, es Lola Gaos en FURTIVOS (José Luis Borau, 1975), una alegoría sobre la represión, la falta de futuro y la cortedad de miras en la España rural de los estertores del franquismo. De esos años también es un polémico retrato de MI HIJA HILDEGART (Fernando Fernán Gómez, 1977), protagonizada por Amparo Soler Leal, basada en el espeluznante asesinato real de Hildegart Rodríguez a manos de su madre, destruyendo así a una de las grandes promesas de la filosofía española de aquellos años.
La colección incluye además dos películas que aunque rodadas en distintas épocas, comparten escenario y una relación entre madre e hija basada en secretos, en dolores y en silencios. Por una parte, tenemos LA LOBA Y LA PALOMA (Gonzalo Suárez, 1974), con Carmen Sevilla, sobre una niña muda a la que su madre intenta hacer hablar para que desvele la ubicación de un tesoro. Por el otro, EL BAILE DE LAS ÁNIMAS (Pedro Carvajal, 1993), una joya desconocida, en la que Ángela Molina comparte protagonismo junto a su hermana Mónica, en una historia ambientada en la posguerra, en la que una hija averigua la dolorosa razón de la separación de sus padres. Sin duda dos películas que merece la pena redescubrir.
A principios del siglo XXI, el cine español nos quiso mostrar distintos retratos de maternidades, desde distintas ópticas, como por ejemplo el cine de género de terror, como en LOS OTROS (Alejandro Amenábar, 2001), la película que internacionalizó nuestro cine, una obra maestra del terror con Nicole Kidman en el personaje de una madre que intenta proteger a sus tres hijos enfermos, impidiendo que les toque una luz del sol que podría ser mortal. Pero también nos encontramos con un extraordinario thriller en LA VIDA DE NADIE (Eduard Cortés, 2002), protagonizado por José Coronado y Adriana Ozores, sobre un impostor que consiguió engañar a toda su familia sobre una vida que en realidad no llevaba; con una gran propuesta autoral en MUJERES EN EL PARQUE (Felipe Vega, 2007), con Bárbara Lennie, junto a Blanca Apilánez y Emma Vilarasau, sobre las sucesivas crisis que vive una mujer, y cómo muchas veces la maternidad no tiene que ver con la sangre sino con la cercanía o una interesante y divertida comedia NACIDAS PARA SUFRIR (Miguel Albaladejo, 2009), sobre el difícil relevo generacional en el entorno rural, que cada vez muestra menos salidas para las mujeres.
También incluimos tres de los retratos más conmovedores de madres que se han hecho en lo que llevamos de siglo, que han dado un ejemplo de lucha y de resistencia. La primera de ellas es TE DOY MIS OJOS (Iciar Bollaín, 2003), con Laia Marull y Luis Tosar, una de las películas más impactantes de los últimos años, un firme alegato contra la violencia machista y un canto a la fuerza de las mujeres. En una línea parecida, mostramos HEROÍNA (Gerardo Herrero, 2005), un homenaje a todas esas madres anónimas, encarnadas aquí por Adriana Ozores, que en los años ochenta tuvieron que enfrentarse al ambiente para rescatar a sus hijos del infierno de la adicción y acabamos con CÁNDIDA (2006), la ópera prima de Guillermo Fesser, el 50% del dúo Gomaespuma, un homenaje a la gente humilde, a esas mujeres que siempre han cuidado a los demás y a las que le debemos lo mejor de lo que somos.
SI hay una directora que ha articulado su obra a partir de la relación madre e hija, esa es Gracia Querejeta, una de las directoras más prestigiosas de nuestro cine. De ella presentamos CUANDO VUELVAS A MI LADO (1999), una dura historia sobre cómo tres mujeres, soberbiamente interpretadas por Mercedes Sampietro, Julieta Serrano y Marta Belaustegui, se enfrentan a la muerte de su madre; HÉCTOR (2004), otra vez con Adriana Ozores, sobre una mujer que ha de adoptar a su sobrino, tratándole desde el principio como parte de su propia vida. Una fabulosa historia sobre la elección de los vínculos afectivos y 15 AÑOS Y UN DÍA (2013), con Maribel Verdú en el papel de una madre que tiene que tomar la más difícil de las decisiones: apartarse de su hijo y mandarlo lejos para mantenerlo a salvo del peligro.
También José Luis Cuerda, un auténtico clásico de nuestro cine, se centró en algunas de sus últimas películas en lo que significaba la maternidad, en situaciones muchas veces límite. Es lo que nos muestra en LA EDUCACIÓN DE LAS HADAS (José Luis Cuerda, 2006), con Ricardo Darín e Irene Jacob, una fábula sobre la posibilidad de volver a empezar, de ser feliz, y el terrible miedo que ello conlleva y también en LOS GIRASOLES CIEGOS (José Luis Cuerda, 2008), basada en la deslumbrante novela de Alberto Méndez, con Maribel Verdú en el papel de una madre que tiene que hacer frente a la represión de puertas para fuera y a la depresión de puertas para adentro.
Por último, presentamos dos películas recientes que suponen dos interesantísimas vueltas de tuerca a la relación de dependencia que a veces se entabla entre una madre y su hija, dos película dirigidas por dos mujeres sensibles y llenas de talento. MARSELLA (Belén Macías, 2014), con María León y Goya Toledo, narra el difícil proceso de recuperación de la confianza y el cariño entre una madre y una hija que llevaban demasiado tiempo sin verse y sin poder hacerse preguntas. Y VIAJE AL CUARTO DE UNA MADRE (Celia Rico, 2018), una de las últimas revelaciones de nuestro cine, con Lola Dueñas y Anna Castillo mostrando una conmovedora relación madre e hija que necesita pasar a una nueva etapa para que no acaben destruyéndose la una a la otra.
Pero para películas conmovedoras, la popularísima EL HIJO DE LA NOVIA (Juan José Campanella, 2001), con una copia restaurada especialmente para la ocasión y soberbiamente interpretada por Ricardo Darín, Norma Aleandro y Héctor Alterio, una emotiva comedia sobre un hijo que decide parar el frenesí de su vida para cumplir el gran sueño de su madre: casarse por la iglesia.
Toda esta colección, como siempre, está disponibles en FlixOlé, en las mejores copias posibles, con una óptima calidad de imagen y sonido.
Además con el objetivo de hacer accesible el cine de calidad a todo el mundo, FlixOlé lanza una campaña, a partir de hoy hasta el domingo 2 de mayo a las 11:59 h. , de un año de abono a FlixOlé por tan solo 19,99 € con el código MADREDECINE. No te lo pierdas!
FlixOlé está disponible en Smart TV, tabletas y teléfonos IOS y Android, Fire TV, Orange TV, ZapiTV, Amazon Prime Vídeo o a través del ordenador, además las películas se pueden descargar para verlas sin conexión a internet en cualquier dispositivo móvil.