3´5 Butacas de 5
Tres años después del final de la colección de películas Digimon Adventure Tri (que podemos ver dividida en veintiséis episodios en la plataforma Crunchyroll), que devolvía a nuestras pantallas a los míticos personajes de la primera serie de la saga que nos ocupa, llega a los cines españoles Digimon Adventure: Last Evolution Kizuna, que promete ser la última aventura de Tai, Matt, Mimi, Sora y el resto de los niños elegidos originales junto a sus compañeros Digimon.
Casualidad o no, esta semana se cumplen veintiún años del estreno del anime Digimon Adventure en España. Por aquel entonces, los niños de la década de los años 90 nos divertíamos no sólo visionando dicha ficción en su emisión en la televisión pública, también pasábamos nuestro tiempo de ocio coleccionando figuras, cartas y demás variedades de merchandising (¿Quién no ha tenido un digivice?). Redes sociales como Twitter o Facebook estaban aún lejos de dominar el ámbito (a)social y el mundo digital que se nos mostraba en el serial japonés se nos presentaba muy ajeno. Ahora, dos décadas después, es curioso, y hasta necesario, que se estrene esta última película de los clásicos Digimon, pues en 2021, tal y como se nos indicaba en la última película de Digimon Adventure:Tri (Nuestro futuro), el mundo real y el mundo digital ya no son universos tan distintos, el planeta Tierra cada día está más tecnologizado y nuestra sociedad es más individualista con cada nuevo invento que sale al mercado. Paradójicamente, la serie Digimon en general y esta película en particular tienen como pilar fundamental la amistad, el vínculo (la palabra kizuna incluida en el nombre del film que nos atañe hace referencia a la importancia del vínculo entre personas) entre seres humanos y entre estos y los Digimon, lo que contradice en gran medida nuestro comportamiento como seres individuales del siglo XXI. Y es que ya los niños no juegan con otros niños, ya no juegan con las figuras y las cartas con las que jugábamos hace veinte años; y es que nuestra mente, nuestra conciencia está cada vez más asociada y vinculada a la tecnología, lo que convierte a Digimon Adventure: Last Evolution Kazuna en un paralelismo con nuestra realidad cuando Eosmon le roba la conciencia a los niños elegidos. Ya no somos nadie sin un teléfono móvil, ya no somos nadie sin Internet.
Pero, como las grandes películas, esta última cinta de Digimon tiene diversas lecturas. Así las cosas, de igual manera que podemos sacar un mensaje anti individualista, también podemos sacar otra moraleja igual de desoladora: crecer puede ser tan inevitable y necesario como doloroso. Ahora los niños elegidos que conocimos en la serie original, al igual que muchos de los que veíamos la serie a principios de siglo, son treintañeros (no olvidemos que los acontecimientos que aquí se presentan suceden tras lo acaecido en las películas de Digimon:Tri) que o bien estudian o bien trabajan o bien están buscando su lugar en el mundo (sea cual sea la situación de los espectadores, hay muchas posibilidades de que empaticen con uno u otro protagonista). Sea como sea, hay algo indudable: cuando crecemos, nos tenemos que despojar de esa piel llamada infancia para darle la bienvenida a una muy distinta: la madurez. Y así como se cierra una etapa vital para los niños protagonistas del film, también se cierra un ciclo que ha durado más de veinte años. Aunque el vínculo será para siempre, pues nunca olvidaremos a esos monstruos digitales que nos han acompañado a lo largo de dos décadas, que nos han hecho reír en muchas ocasiones pero también nos han provocado unas cuantas llantinas, como es el caso de este nuevo film de la saga (aviso: llevad más de un pañuelo al cine, que si el final de Digimon Adventure: Tri fue emotivo, este lo es aún más).
Pero que no se preocupen los espectadores más escépticos: Digimon Adventure: Last Evolution Kazuna no está construida sola y exclusivamente a base de nostalgia y añoranza de un pasado mejor; este film tiene sus virtudes propias que podrá apreciar hasta el menos fan del anime japonés. Así pues, estamos ante una cinta cuya animación (tradicional, para no romper las costumbres) exhibe un alto nivel y cuya trama aúna géneros como el drama, el thriller, la acción, la comedia y la ciencia ficción de manera hábil y efectiva. En cuanto a la estructura narrativa, decir que los aficionados a las últimas películas de Digimon se percatarán de que sigue el mismo esquema que las de Adventure Tri, es decir: una primera parte dramática con un ritmo lento y un tercio final donde predomina la acción más épica; aunque, en honor a la verdad hay que señalar que tanto la épica como la nostalgia se han trabajado con equilibrio y sin exageración, por lo que es de agradecer que el producto final no haya quedado tan excesivo como otras películas basadas en famosos animes que se extralimitan en añadir elementos rimbombantes. También destacar la música, que hará las delicias del público aficionado al mítico anime; los distintos temas que servían de opening y ending de la serie original, así como las melodías que servían de sintonía de fondo en la misma, se mantienen durante gran parte del metraje, funcionando correctamente en cada uno de los tramos según la intensidad que el relato requiere.
Pero no toda la obra es perfecta; y es que, indudablemente, estamos ante una película un tanto irregular que, a pesar del equilibrio entre géneros que mencionamos anteriormente, su estructura es un tanto abrupta, así como el desenlace, dejando la sensación de que el conjunto podría ser más satisfactorio de lo que es. Asimismo, el protagonismo de los niños elegidos está muy descompensado, dejando casi toda la carga dramática y emocional a Tai y Matt y sus respectivos compañeros Digimon (Agumon y Gabumon), lo que hace que echemos en falta un mayor desarrollo de personajes como Sora (por contra, es la protagonista del corto que precede a este film: Digimon: To Sora), T.K, Mimi o Kari. Por lo que respecta a los nuevos personajes, cabe destacar entre ellos a la villana de esta historia, cuyas motivaciones están tan bien contadas y construidas que entendemos el porqué de sus actos, llegando a empatizar con ella.
En conclusión, decir que, Digimon Adventure: Last Evolution Kazuna es una muy digna película de animación, tanto a nivel técnico y visual como a nivel narrativo. Además, podemos decir sin lugar a equivocarnos que estamos ante el más emotivo cierre que podría tener el mítico anime. No es una película perfecta, pero sí el mejor regalo que los fans merecíamos. Y necesitábamos. La aventura termina aquí; el vínculo que los niños elegidos tenemos con Digimon y sus personajes permanecerá para toda la vida.