4 Butacas de 5
El chasquido de Thanos nos dejó las emociones por los suelos con el final de Infinity War. Afortunadamente, con Endgame pudimos gritar de alegría y emoción cuando vimos que se acababa con la vida del titán tras el sacrificio de Ironman. Una muerte que también nos dejó el sabor agridulce de la despedida de Chris Evans como Capitán América, pero dando su escudo a Sam Wilson, quien todos esperábamos con aquel final que cogiera el testigo del nuevo héroe de América.
Sam Wilson (Falcon) y Bucky (Soldado de Invierno) son dos de los personajes que más carisma han despertado entre Los Vengadores. El primero por su simpatía y amistad con el Capi, mientras que el segundo por su redención con la vida, traumas y necesidad de sentirse adaptado en un mundo al que no quiso corresponder en una época. Tras el final de Endgame, todos nos hemos quedado con ganas de seguir queriendo conocer como avanza la vida de los héroes de Marvel, una oportunidad que la compañía está aprovechando para presentarnos en esta segunda serie los cimientos de lo que será la nueva fase.
Tras el éxito de Bruja Escarlata y Visión, llega a Disney + Falcon y el Soldado de Invierno, su nueva apuesta para la plataforma y absolutamente diferente a la protagonizada por Elisabeth Olsen y Paul Bettany. El nuevo trabajo es un épico entretenimiento lleno de adrenalina, intriga, emoción y pura heroicidad. La acción nos sitúa con Sam Wilson tratando de recuperar su vida después de que Capitán América dejara su escudo. La civilización necesita un nuevo héroe que tenga los valores de una sociedad, que busca un nuevo ser humano que de su vida por el país.
El rol de Sam Wilson (Antohony Mackey) no solo es divertido y con el código del compromiso por la misión con la que arranca la serie, se agradece que Marvel haya decidido hincar el diente a su historia, explorando los traumas del personaje, su situación familiar y el estado emocional de un hombre que sabe que debe de seguir adelante a pesar de la despedida de su compañero del alma. Este último punto quiero destacarlo porque la serie también nos deja ese punto dramático en la trama, en la manera que afectará a la personalidad de los seres humanos que han visto como el mundo fue aterrorizado y ha perdido a su estandarte.
Por otro lado, tenemos a Bucky, el Soldado de Invierno (Sebastian Stan). Traumatizado tras haber servido a Hydra, ahora está en el camino correcto de la vida, tratando de salir hacia delante y dejando de lado algunas pesadillas que todavía tiene. Sebastian Stan está brillante en un papel que nos acerca mucho más a su personalidad emocional, ofreciéndonos un aspecto más serio, coherente con lo que ha sufrido alguien como él y con la necesidad de encontrar un hueco en la vida y en el amor consigo mismo.
Este primer capítulo nos ha dejado algunas pinceladas de lo que podremos ver en la nueva serie. Sin hacer ningún tipo de spoiler, además de presentarnos la manera en la que los dos protagonistas afrontan el presente, existe una extraña organización que actúa como secta terrorista que dará muchos dolores de cabeza a nuestros carismáticos superhéroes. Los dos deberán unir sus fuerzas para combatir y desengranar la amenaza que se cierne.
Sin duda el primer episodio es un canto a la épica, la emoción y las aventuras, algo que estaba cantado que iba a pasar, pero contiene además el trasfondo humano de sus protagonistas que nos hacen empatizar mucho más con ellos. La química de los personajes es brutal, además de sus interpretaciones y las escenas de acción que son pura esencia Marvel para disfrutarla.