4 Butacas de 5
Si algo nos está enseñando la pandemia son los altísimos niveles de irresponsabilidad de los adolescentes del país. Obviamente, aunque esté generalizando no meto en el saco a todos, pero no pasa un día en que se detecten fiestas ilegales y otros eventos en los que menores de edad aparecen enfrascados en la polémica.
¿Esto a qué se debe? Puede ser un equivalente de una generación que ha crecido con todo hecho, no se han tenido que arriesgar a nada además de una pésima educación recibida. Y es que la educación no solo abarca el tema escolar, también el familiar. Un aspecto que ha de ser cultivado con los valores que se enseñen en casa, sean los que sean.
Y es precisamente en este punto en el que llega a Netflix, Moxie. Película dirigida por Amy Poehler y que es una bocanada de aire fresco no solo al movimiento Me Too. Se trata de un batiburrillo de conceptos que nos duelen a la sociedad y que, a través de una rebelión escolar feminista, consiguen elevar un mensaje más necesario que nunca en el que los valores nunca se deben perder.
La historia de la película narra la vida de Vivian (Hadley Robinson), una chica de 16 años aparentemente tímida, que jamás ha llamado la atención en el instituto y que pasa desapercibida por la gran mayoría de sus compañeros. Todo cambia cuando llega al centro educativo una nueva alumna, encarnada por Alycia Pascual-Peña, chica que comienza a sufrir los abusos de poder, insultos, acoso de algunos compañeros ingratos que tratan de aprovechar la ocasión para quedar siempre por encima de los demás. Cansada de la situación, Vivian descubre en casa una revista clandestina de su madre que llamaba al levantamiento contra las injusticias y la discriminación. Oportunidad que nuestra joven protagonista aprovecha para crear su manifiesto y provocar una revolución acertadísima en la película.
Sin duda Moxie sabe llegar al espectador. No solo por la temática que trata, lo hace de manera tierna, divertida, elegante y revindicando un modelo educativo en el que no debemos de conformarnos ante las injusticias. Todo el joven elenco está increíble, llevado con suma naturalidad y denunciando todo lo que por desgracia se respira en una sociedad machista y manchada constantemente por valores del patriarcado.
Un entretenimiento excelente, que el espectador sabrá apreciar y valorar no solo por el carisma de sus protagonistas, sino por la revolución que representa más allá de las estrellas, en la que la educación y el amor son los mejores ingredientes para seguir hacia delante.
