3´5 Butacas de 5
Qué hermosa es la esperanza. La definición perfecta de los sueños que aspiramos a conseguir, de las ilusiones que tenemos, de decir adiós al horror en tiempos difíciles. Una palabra en la que nos basamos y refugiamos para tratar de ser más felices y aunque solamente hagamos una cosa que nos guste, la seguimos manteniendo.
En épocas de guerras, la esperanza parece perdida, pero a pesar de eso, siempre se sacan fuerzas para seguir soñando y tirando hacia delante. Escarbamos en nuestro interior para sacarla, removemos el alma y abrazamos aquello que nos gusta a pesar del terrible dolor de la guerra.
‘La Excavación’ es una película hecha para seguir soñando. Una historia llena de encanto, belleza, dolor e ilusiones. Dirigida por Simon Stone (The Daughter), el largometraje narra la relación entre Edith Pretty (Carey Mulligan), dueña de un inmenso terreno y Basil Brown (Ralph Fiennes), el arqueólogo que impulsó la excavación del Sutton Hoo en 1938 cuando el mundo se preparaba para la guerra.
Una película que se aleja de los tintes autobiográficos para centrarse en un relato humano, con una fotografía preciosa y en la que los sentimientos de sus dos protagonistas son sin duda la gran baza del film. A pesar de pecar de lentitud en un inicio, el film reposa lo suficiente para ir desenterrando toda la belleza que guarda. Tanto Fiennes como Mulligan están fantásticos. Son el gran atractivo de la película llevando todo el peso de la historia, añorando comprenderse, manteniendo la esperanza de sacar todas sus emociones a la luz.
Amar aquello que hacemos, el desamor entre las personas, la codicia…todo en la película tiene sentido. Quizás la parte con menos soltura es el relato de Rory Lomax (Johnny Flynn) y Peggy Piggot (Lily James), quienes representan a los jóvenes incomprendidos, con deseos de amar en la vida y encontrar su camino alejándose de toda la belleza que representa la historia principal.
El descubrimiento del barco en las tierras de los Pretty traerá de cabeza a los protagonistas con la llegada de los codiciosos, que quieren hacerse con el poder de lo encontrado para ponerlo al servicio de la Corona. Se demuestra que los que más tienen no ven más allá de las riquezas, dejando de lado el dolor que padecen nuestros protagonistas sin darse cuenta de que la excavación y la compañía son sin duda los ganchos a los que están agarrados en su vida.
Una película que encandilará por su belleza, encanto e historia, alejándose de los grandes dramas convencionales para demostrarnos que la imagen desentierra grandes emociones.