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Es el año 2019, y Tokio (ahora Neo Tokio) ha tardado tres décadas en recuperarse de la destrucción que sufrió durante la Tercera Guerra Mundial. Si todo esto te suena raro, sigue leyendo (spoiler: se pone más raro todavía). Pero si nada más posar los ojos en la primera frase has esbozado una sonrisa… enhorabuena, porque Selecta Visión ha decidido traer a nuestros cines la remasterización en 4k de Akira.
Para los aficionados al anime, Akira no necesita presentación alguna: se trata de una de las películas de animación más influyentes de todos los tiempos, hasta el punto de que su estreno en Estados Unidos en 1989 suele citarse como el momento culminante de la popularización del anime en occidente. Que hoy disfrutemos de Dragon Ball, Attack on Titan o las obras del estudio Ghibli en España se debe, al menos en parte, al éxito que tuvo Akira, y ni siquiera es eso lo que la hace tan especial. La ciencia ficción de los años noventa en adelante tiene una deuda impagable con esa Tokio hipertecnificada que ocultaba con neones brillantes su oscuridad latente. Si existe un año clave para el ciberpunk como género, ese es 1982: el año en que se estrenó Blade Runner y en el que comenzó a publicarse el manga de Akira.
Dicho todo esto, la enorme importancia histórica de esta cinta no es lo que la convierte en una recomendación obligada para ir al cine, ahora que vuelve a la pantalla grande por tiempo limitado. No. El auténtico caramelo es esa remasterización en 4k que convierte lo que ya era una película apabullante desde el punto de vista visual en una experiencia casi insuperable. Es una película que tiene 30 años y que, aun así, si se hubiese estrenado hoy seguiríamos diciendo que su animación es sobresaliente. El estilo de dibujo puede chocar a quienes estén acostumbrados a producciones más modernas, de acuerdo, pero la fluidez en los movimientos de los personajes, la calidad de los fondos y el nivel de detalle que alcanza cada fotograma hablan por sí solos. Incluso si uno no tiene ni idea de animación, basta con mirarla para saber que está muy bien hecha.
¿Que cómo de bien hecha? 160.000 cels de bien hecha, casi el doble de lo necesario para un largometraje de este tipo. Fue la película de animación japonesa más cara del momento, y todas las compañías involucradas en su producción se preocuparon de lograr que estuviera a la altura del manga. Aquí no hay animaciones enlatadas ni repetidas (un recurso que se utiliza a menudo para ahorrar, sobre todo en series de televisión): es más, por primera vez en la historia del anime se grabaron todos los diálogos antes de comenzar a dibujar la película, de forma que los movimientos de la boca de los personajes pudieran adaptarse a las palabras que estaban pronunciando.
No hace falta decir mucho más para entender por qué una obra tan cuidada en lo visual se ve enormemente beneficiada de una remasterización en 4k. Si te interesan lo más mínimo el anime, la ciencia ficción, las motos, los baños de sangre o los niños súper poderosos con problemas mentales que juegan a ser Dios, ve a ver Akira.