3´5 Butacas de 5
Free Cinema. Así se denominó al movimiento cinematográfico británico que nació con la intención de crear un cine realista, que contase los problemas de la gente real. Historias domésticas, cotidianas y comprometidas con la sociedad del momento. A pesar de que esta corriente nació a finales de los años 50, su máximo exponente sigue siendo el implacable Ken Loach. Este movimiento sigue estando muy vivo a día de hoy, gracias a directores consagrados como Loach o a unas revelaciones dentro del género como Phyllida Lloyd. ¡La directora de cintas como Mamma Mia!o La dama de hierro nos trae una nueva película que te hará sacar alguna lagrimita: Volver a empezar.
Volver a empezar nos sitúa en la Irlanda actual. Sandra es una mujer cuya vida no ha sido fácil: sin estudios, sin un buen trabajo, maltratada durante años por el padre de sus hijas, y sin ningún tipo de estabilidad emocional. Un día, la mujer decide separarse de su violento marido, encontrándose sola y sin ayuda para criar a sus dos hijas. Al ver que el estado no la ayuda a encontrar una casa donde poder vivir en paz, Sandra toma las riendas de su vida y decide construir una casa ella misma. Con la ayuda de algunos amigos, la mujer pasará por los altos y bajos de la vida mientras intenta reconducir su existencia.
Ante todo, hay que reconocer que Volver a empezar es una de las películas más bonitas y optimistas de todo el 2020. Un happy place del que no querrás escapar, una cinta para volver a ver y disfrutarla una y otra vez. A pesar de que es una película pequeña, resulta muy efectiva, emotiva y muy, muy emocionante. Además, hay algo que me apasiona de esta película, y es que resulta tremendamente optimista. Para ser una película que trata temas tan serios y profundos como los que comentaremos a continuación, me encanta la perspectiva optimista que nos muestra. Eso es algo digno de alabanza.
Al ser una película que se enmarca dentro de este realismo social británico, es lógico que la película trate temas que podemos encontrar cada día dentro de nuestro círculo más cercano. En este caso, Volver a empezar es un drama social tremendamente potente sobre el maltrato, las consecuencias de la violencia de género y el empoderamiento de la mujer ante la adversidad y el patriarcado. Todo ello está contado de una manera natural y bellísima. A pesar de que encontramos algunos clichés y tópicos del realismo social británico, no podemos dudar de que Lloyd hace un trabajo espléndido a la hora de retratar esta historia.
Por otro lado, me gusta mucho como la directora y los guionistas (entre ellos la actriz protagonista de la película, Claire Dunne) muestran ese sentimiento de compañerismo y solidaridad que encontramos dentro de algunos de los personajes más desfavorecidos, por x o por y, dentro de la sociedad. La película trata temas como la diferencia de clases, los problemas económicos de las madres solteras y, al mismo tiempo, crítica la situación que tiene la clase baja irlandesa, debido a la ineptitud del gobierno para proporcionar una ayuda social y económica de calidad. Volver a empezar es una historia en la que todos nos podemos ver representados, porque todos hemos pasado por alguno de los momentos que narra la película.
En este tipo de películas siempre hay una de cal y otra de arena. Seguramente, el único gran inconveniente que tiene Volver a empezar es su estructura formulaica y poco original. Por desgracia, la cinta de Lloyd es una película predecible, en la que sabes en todo momento cuál va a ser su siguiente paso, y son pocos los momentos de sorpresa. Esto no quita que no resulte una película tremendamente emocionante y llena de vida con la que probablemente te emociones. A pesar de todo, podemos considerarla como un gran acierto dentro de la carrera de la directora. Toda película que utilice canciones de Sia como parte de su banda sonora merece un respeto.
Uno de los puntos fuertes de la película es, sin duda alguna, su estupendo reparto. El cast derrocha naturalidad y talento en todas y cada una de las escenas, pero si tenemos que hablar de alguien, esa es Claire Dunne. La actriz realiza una interpretación magnífica, tremendamente dramática, que sostiene la película incluso cuando la trama resulta predecible y poco interesante. Su interpretación, junto con la de Harriet Walker (cuya naturalidad, debilidad y amabilidad resulta conmovedora) elevan la película a otro nivel.
En conclusión, Volver a empezar es una cinta que tocará el corazón del espectador gracias a su naturalidad y a su manera para contar una historia tan dura y cruda a través del optimismo y la emoción. Todo funciona medianamente bien en una película cuyas grandes fortalezas son su realismo y un reparto con el que no podrás no emocionarte en ciertos momentos. Sí, hay que reconocer que muchas veces Lloyd cae en el cliché y en el melodrama, pero no por ello la película resulta menos interesante y atractiva.