4 Butacas de 5
Jayro Bustamante es un director comprometido. En su filmografía encontramos cintas que tratan una variedad de temas y conceptos muy profundos, algunos que podrían desembocar en un debate en toda regla. Ya su primera película, Ixcanul, nos traía una crítica al racismo y el machismo dentro de la sociedad guatemalteca. Hace poco nos sorprendía con un relato crudo y triste sobre la homosexualidad y su conflicto con la religión en Temblores. Ahora, Bustamante nos trae una historia terrorífica y llena de venganza con La llorona.
La llorona es una historia que se centra en una familia de clase alta en su país natal, Guatemala. Allí, la justicia acusa al general Enrique Monteverde de cometer un genocidio contra los pueblos nativos del país. A pesar de que en un primer momento es condenado, el juicio queda anulado, dejando absuelto al asesino. El general y su familia tendrán que vivir encerrados en su mansión, ante una avalancha de manifestantes que se agolpan en la puerta. Sin embargo, pronto se dará cuenta de que el verdadero peligro habita dentro, cuando los gemidos y lamentos de La Llorona comiencen a trastornar a todos los habitantes de la casa.
Una vez más, Jayro Bustamante se mete de lleno en una crítica social que no deja indiferente a nadie. El guatemalteco representa la exterminación de la cultura y los pueblos nativos desde una perspectiva triste, llena de resentimiento y venganza. Porque sí: ante todo, La llorona es una historia de venganza y, sobre todo, de culpa. La culpabilidad invade toda la película. Todos los personajes se sienten culpables de crímenes que no han cometido. A pesar de estar en una posición de poder, ninguno es feliz. La tristeza y la paranoia van invadiendo la cinta hasta un desenlace atronador y terrorífico. Bravo.
Bustamante no podía desaprovechar la oportunidad de contar y narrar un periodo tan espantoso de la historia de Guatemala. El director tiene una sensibilidad exquisita a la hora de andar por escenas y temáticas tan profundas, en las que es muy fácil equivocarse. El genocidio de este tipo de pueblos es un tema muy importante para el país, y me parece que La llorona acierta en muchos aspectos. A pesar de que no termina de ser todo lo entretenida que pudiera ser, Bustamante realiza una crítica brutal, y eso es algo que no se lo puede quitar nadie.
Por otro lado, la manera que tiene el director de juntar dos elementos tan diferentes como la política y lo sobrenatural es impresionante. La llorona es una historia tan dramática como aterradora. Por momentos parece un drama familiar sobre las consecuencias del patriarca y la situación social del país, pero al momento se convierte en toda una película de terror, donde las sombras y lo espiritual se convierte en el protagonista. Reconozco que he pegado algunos saltos durante el visionado de esta película, y nunca esperé que eso fuese a suceder. Un guion que funciona en muchos aspectos y una atmósfera terrorífica.
A pesar de que prácticamente todo funciona a la perfección, tengo que reconocer que no encuentro mucho sentido a algunas de las tramas secundarias de la película. Simultáneamente a la trama principal, encontramos algunas subtramas que no llegan a ser ni la mitad de interesantes que la principal. Algunas, incluso, terminan inconclusas y sin resolución. Quizá este es el único punto verdaderamente negativo que le pondría a una película que, por lo demás, es todo un caramelito para los más cinéfilos.
Una de los aspectos que más me interesan y conquistan de La llorona son sus interpretaciones. El trío de mujeres protagonistas, conformado por María Mercedes Coroy, Sabrina de la Hoz y Margarita Kenéfic resulta tan estimulante como sorprendente. Las tres están magníficas, cada una con un personaje tan diferente como el anterior. Por otro lado, Julio Diaz resulta escalofriante en muchas escenas, interpretando a este general tan enloquecido como perturbador. El reparto funciona de maravilla en una película cuyas interpretaciones son la guinda de un pastel lleno de tristeza y venganza.
En conclusión, La llorona es la confirmación absoluta de Jayro Bustamante como uno de los autores latinos más enriquecedores y estimulantes del panorama cinematográfico mundial. A través de lo sobrenatural y la oscuridad, el guatemalteco nos cuenta un relato aterrador, vengativo, lleno de culpabilidad y relaciones destruidas, en el que los personajes van cayendo más y más en un agujero terrorífico. A pesar de tener detallitos, podemos decir que es la mejor película del director. El reparto realiza unas interpretaciones intensas y llenas de talento.