Los días 30 de octubre y 12 de noviembre se han programado varios trabajos de las ganadoras de la Concha de Oro y de los Premios de New Directors, Horizontes Latinos y Zabaltegi-Tabakalera.
La Pantalla Compartida de Tabakalera proyectará este viernes día 30 y el 12 de noviembre los cortos que las cineastas ganadoras en distintas secciones de la 68 edición del Festival de San Sebastián realizaron antes de dar su salto al largometraje.
En la primera sesión, prevista para el viernes día 30, se proyectará el corto Leta / Léthé (2016), dirigido por Dea Kulumbegashvili (Georgia, 1986), cuyo debut en el largometraje, Dasatskisi / Beginning, conquistó cuatro galardones en la 68 edición del Festival: la Concha de Oro, la Concha de Plata a la mejor dirección, el Premio del Jurado al mejor guion y la Concha de Plata a la mejor actriz (Ia Sukhitashvili). Completarán la sesión Vader / Father (2019), obra de Isabel Lamberti (Bühl, Alemania, 1987), ganadora del Premio Kutxabank-New Directors con La última primavera / Last Days of Spring, y el corto Metáfora ou a tristeza virada do avesso (2013), de Catarina Vasconcelos (Lisboa, 1986), que recibió el Premio Zabaltegi-Tabakalera por su primer largometraje A metamorfose dos pássaros / The Metamorphosis of Birds.
El jueves 12 de noviembre, la segunda sesión brindará la oportunidad de revisar otros dos trabajos previos de Lamberti y Kulumbegashvili, Amor (2017) y Ukhilavi sivrtseebi / Invisible Spaces (2014), respectivamente. Los otros dos cortos programados son 400 maletas (2015), dirigido por Fernanda Valadez (Guanajuato, México, 1981) antes de ganar el Premio Horizontes con Sin señas particulares / Identifying Features, y Sticks and Stones (2019), de Takuma Sato (Tokio, 1977), cuyo segundo largometraje, Nakuno wa ineega / Any Crybabies around, brindó el Premio del Jurado a la Mejor fotografía a Yuta Tsukinaga.
Asimismo, Tabakalera acogerá el 4 de diciembre el segundo programa público del proyecto de investigación Zinemaldia 70. Todas las historias posibles. Si el año pasado la jornada se centró en la evolución del Festival en los primeros años de la Transición (1976-1980), en esta ocasión se explorarán las relaciones entre el Festival y la censura durante la dictadura franquista, a partir de la investigación desarrollada por el equipo de Elías Querejeta Zine Eskola (EQZE) a lo largo del curso. Los casos de estudio se centrarán en la polémica que rodeó el primer Encuentro de Estudiantes de Cine celebrado en 1960, los problemas que conoció el ciclo New American Cinema de 1968 y dos películas censuradas y eliminadas de la programación en la edición de 1971: Canciones para después de una guerra de Basilio Martin Patino, y Liberxina 90 de Carles Durán. El proyecto Zinemaldia 70. Todas las historias posibles está coorganizado por el Festival y EQZE, cuenta con la colaboración de la Filmoteca Vasca, Tabakalera y Kutxa Fundazioa, y el patrocinio de Loterías y Apuestas del Estado. Su objetivo es generar un archivo vivo del Festival y su primera fase culminará en la 70 edición en 2022.
Un festival de todo el año
La pantalla compartida de Tabakalera forma parte de la idea de festival de todo el año que se ha desarrollado con especial intensidad en el último lustro: a la labor habitual de doce meses de selección y colaboración con festivales y programas, se han incorporado, por orden cronológico, el impulso de las residencias Ikusmira Berriak, la colaboración en la programación de la pantalla de cine pública de Tabakalera, la fundación de la escuela de cine Elías Querejeta Zine Eskola, que ha supuesto para el Festival la oportunidad y, al mismo tiempo, la obligación de repensarse, y la consecuente creación del área de Pensamiento y debate dentro del Festival.
Con las alianzas entre instituciones y con la participación en programas cinematográficos que se desarrollan a lo largo del calendario, el Festival busca cumplir un doble objetivo. Por un lado, quiere convertirse en un invernadero en el que cultivar el talento cinematográfico a lo largo del año; talento que después florece y se visibiliza en los nueve días del certamen presencial. Por otro, busca constituirse en un certamen que se piensa a sí mismo. Y, también, que piensa en el lugar que ocupan los festivales de cine en el mundo, la industria y la creación cinematográfica actual.