4 Butacas de 5
Hay figuras que merecen una película. Personajes relacionados con la cultura, el arte o la sociedad que requieren de una retrospectiva que muestre su vida o los aspectos más destacados de ella. El cine es sin duda una herramienta que permite trazar y retratar el alma de una persona en la pantalla con sensaciones, emociones y por supuesto una historia que haga que el espectador sienta empatía. Porque si algo nos gusta, es descubrir en cuerpo y alma a las personas, como se palpa la vida de Francisco Umbral en Anatomía de un Dandy.
La película documental está dirigida por Charlie Arnaiz y Alberto Ortega, un trabajo que retrata la vida de un desconocido Francisco Umbral más allá de sus artículos y obras literarias. Un análisis inédito y diferente de la vida del escritor que durante sus 75 años ha sido uno de los grandes referentes en sus artículos periodísticos y libros, con una personalidad que se hacía notar.
“Primero el personaje, luego la obra“, es una de las frases que más se recalca en el documental, porque Francisco Umbral era único vistiendo, impoluto en su vestimenta allá por donde iba y con una personalidad en la que decía todo sin ningún tipo de filtro. A través de la voz de la actriz Aitana Sánchez Gijón conocemos diferentes capítulos de la vida del escritor: desde su pasión por la escritura, la devoción por su madre como retrato en El Hijo de Greta Grabo y el dolor más horrible que puede padecer cualquier ser humano: la muerte de un hijo.
Un trabajo excelente, no solamente con la documentación que han realizado sus directores, con entrevistas del protagonista, también apoyada en los testimonios de múltiples personalidades que pudieron convivir con el escritor.
El capítulo más dramático de la película lleva el nombre de su libro Mortal y Rosa, el drama de la perdida de su hijo Pincho, una muerte que mató en vida al autor. El documental ofrece además algunas conversaciones que tenía Francisco Umbral con su hijo, momentos tan tiernos que quedan para la posteridad de la familia porque como se dice en la película: “Francisco Umbral solamente vivió cinco años de su vida”, los que pasó con su hijo.
La pasión por la escritura es otro de los aspectos que se retratan perfectamente en el largometraje, su amada máquina de escribir Olivetti sobre la que pasaba horas y horas tecleando, el ritmo de las letras marcaba los latidos de su corazón por la escritura, porque si algo tenía Paco Umbral es que millones de personas estaban enamoradas de sus columnas.
Así fue como pasó por diferentes periódicos, mostrando además su lado sincero con el trabajo dejando la cabecera de El País por la de El Mundo “porque le pagaban más”. Los artistas como Francisco Umbral eran capaz de dejar de lado el dolor cuando escribían, era su manera de alejarse por un momento de la realidad y expresar lo que sentía desde sus miedos y pasiones, a la mala leche con una sociedad a la que descabellaba en Diario de un Snob.
A raíz de la muerte de su hijo, Francisco Umbral se puso una coraza dura, en la que el personaje devoró al verdadero ser humano, mostrando un lado ególatra, más narcisista y odiado por algunos, pero Umbral era auténtico, un revolucionario de las letras que ha dejado un gran legado. Anatomía de un Dandy es la construcción de una vida, la representación de la pasión por la escritura y un hermoso homenaje a un gran escritor del que desafortunadamente algunos le recuerdan más por su forma de ser que por su don.