El análisis del Festival de Sitges 2020 desde dentro con la recapitulación de películas que hemos podido ver.
El Festival de Cine Fantástico de Sitges de este año ha sido una apuesta dura y sufrida como nunca se había hecho en ninguna de sus 52 ediciones anteriores. Si bien se lleva la devoción y admiración de todo buen cineasta por salir del paso de manera formidable, es cierto que el encanto, la cartelera y la magia de este festival se han visto muy afectados. Aun así, el festival ha salido con la cabeza alta y nos ha presentado una edición de nivel lleno de títulos terroríficos y fantásticos dignos de mención.
Una de las gran esperadas desde hace tiempo ha sido PENINSULA, la segunda parte de la aclamada TRAIN TO BUSAN (2016). Si bien ha sido una de las sesiones con más espectadores del festival, esta cinta coreana ha dado mucho de que hablar. La película se desentiende de su estupenda primera parte y se libra de su argumento, sus reglas y sus queridos personajes. En su lugar, nos ofrece una cinta repleta de acción desenfrenada, muchos infectados y un despliegue de CGI que no ha convencido a todos. Si bien ha conseguido mostrar una historia trepidante y explosiva, carece totalmente del ingenio y la trama que hicieron de su primera parte un éxito.
La siguiente apuesta es nacional y la acompaña uno de los pocos equipos que se pudo presentar al festival. Se trata de MALNAZIDOS, una película española que reinventa y combina de manera super efectiva la temática de guerra civil y muertos vivientes. Se trata de una muy buena apuesta que demuestra, una vez más, que el cine español está en buena forma y sigue lleno de talento; tanto por mostrar un guion a prueba de balas y lleno de ingenio como por su elenco de brillantes actores y actrices.
El demonio está entre nosotros y jugará con nosotros hasta que muramos de puro miedo. Esta es la premisa de The dark and the wicked, un film de terror de manual, con una atmosfera espeluznante, hermética y con unos cuantos sustos que nos harán saltar de la silla. Un brindis por las actuaciones, porque bien lo valen y, no en vano, son el punto fuerte de la historia. Si bien el reparto consigue que el terror se permanente, sus arbitrarios sustos y sus escenas sin una trama clara hacen que el espectador este más pendiente de cuando van a chillar que de cómo va a acabar todo.
Y el western siempre tiene lugar en las salas de este festival, pero esta vez, en vez de 7 vaqueros hay 7 argumentos que se han propuesto seriamente cargarse la película. Se trata de L’etat sauvage, un film con una estética del viejo continente americano estupenda y cuidada, pero con una trama más que caótica. Si bien es verdad que mantiene unos personajes cuidados y definidos, sus múltiples cambios de rumbo hacen que pierda el sentido poco a poco, agotando totalmente la empatía y el interés por su final.
Y volvemos a territorio conocido con una de las mayores curiosidades de esta edición: La vampiresa de Barcelona. Esta cinta, que nos retrata uno de los capítulos más negros de la ciudad condal, decide apostar, arriesgar y ganar; y es que la atmosfera de teatro, cuento, misterio y terror están a la orden del día. Una película que te hace estremecer con su cruda realidad disfraza de un cuento digno de Edgar Allan Poe. Muy disfrutable y totalmente recomendable para conocer un personaje que haría sombra al mismísimo Jack The Ripper.
Y no puede faltar una película que ha dejado huella en el festival y es que su coletilla “toro” ha sonado en todas las sesiones desde su estreno. Mandibules reinventa la escena de la pareja de estúpidos buscavidas para ofrecer carcajadas e hilaridad a partes iguales. Las situaciones dantescas, las mil confusiones y la incomodidad no tienen fin en esta comedia que hará las delicias de todos los públicos. Imposible no reírse en esta carambola de absurdidad perfectamente hilada y ensamblada. Ah, y su mascota es una mosca gigante.
Mario Casas vuelve a nuestras pantallas en el papel de introvertido Nerd gafotas. No matarás es el título que avecina una vorágine de caos que cae progresivamente sobre el protagonista, obligándole a salir de su burbuja para encontrarse con la cara más dura y cruel de la ciudad nocturna. Sin dejarse llevar por la irrealidad, esta cinta nos presenta situaciones límite que golpean sin cesar y crean, de manera efectiva y gracias a una estupenda fotografía, un ambiente de agobio y estrés constante.
Años 30, un cura, una casa encantada y una niña con extrañas muñecas; ¿veis por dónde vamos? The Banishing es la película de los fantasmas del pasado, un recordatorio del género de que las crueles acciones del pasado siguen teniendo presencia en el futuro. Lo que empieza como una película puntera, pierde fuerza minuto a minuto, y ni su buen reparto podrá impedirlo. Y es que, una vez más, el miedo vaga sin rumbo en una cinta que, como muchas otras, no acaba de encontrar un buen final a su historia.
Las películas húngaras han tenido su buen papel en el festival y han dejado el listón muy alto. Una de las más notables ha sido, sin duda, Drakulics Elvtárs; una apuesta por el vampirismo en plena Unión Soviética de los años 70. Una pareja de espían lo darán todo para desmontar el tapadero de un seductor vampiro, creando una versión de Expediente X del este. Combinando una comedia muy bien intencionada y el estilo más clásico del espía de cine, esta cinta mezcla diferentes dimensiones con mucha fluidez.