4 Butacas de 5
Hay pesadillas en la ficción que se caracterizan más por su sinónimo de realidad que por crear una metáfora ficticia. Momentos de la vida que tienen un simbolismo más cercano a nuestras relaciones sociales y familiares que a cualquier otra cosa que se proyecte en la pantalla. Esto puede traducirse como la magia del cine, sentirnos empáticos con lo que se nos narra para escarbar en nuestra memoria y alma.
Relic es una de las sensaciones que podrán disfrutar los espectadores próximamente en España. Estrenada en el Festival de Sitges, la película está más cercana al drama que al género de terror. Y es que el horror se caracteriza no por dar miedo debido a sus imágenes, sino por usar las metáforas de sus planos en las películas, de su guion para contarnos lo que es un auténtico drama familiar.
La historia de Relic es asombrosa. Es un perfecto relato de la demencia, de la locura que lleva a la persona a perder sus recuerdos y al horror familiar que se respira alrededor. Protagonizada por Emily Mortimer, Robyn Nevin y Bella Heathcote, la historia es un retrato familiar de desesperación y oscuridad en la que una madre y su hija acuden a casa de la matriarca de la familia (la abuela) para comprobar ¿por qué no da señales últimamente de normalidad?
Es aquí querido lector donde se da protagonismo a un virus terrible que existe con nuestros mayores como la demencia o alzheimer. Un uso de metáforas excelentes para perdernos en la memoria oscura, en sucesos extraños para mostrarnos la realidad de un laberinto lleno de locura, escalofríos llenos de poesía y un guion hecho más como una carta de amor a nuestros abuelos que a un largometraje al uso.
Las tres intérpretes están fabulosas cada uno en sus roles aunque es Robyn Nevin, como la yaya de la familia, quien se lleva la palma. Con algunos momentos tensos y planos que se quedan en la memoria del espectador, lo macabro de la película es la soledad en la que se encuentran los recuerdos de una vida pasada y marcada ahora por una oscuridad llamada Alzheimer.
Natalie Erika James debuta en la dirección de la película, quizás más cercana por la tipología a Babadook que a Hereditary como algunos erróneamente han comparado. La forma en la que ha rodado la cineasta su película es sin duda otro gran acierto por la asfixia que provoca en algunos momentos del largometraje.
Relic es un terrorífico relato de la demencia, de la locura que envuelve a nuestra memoria y de la necesidad de sentirnos acompañados a lo largo de nuestras vidas.