4´5 Butacas de 5
Los valores de la sociedad van descendiendo a medida que los tiempos avanzan. Parece que nos hemos vuelto más egoístas, ególatras y mentirosos debido a las circunstancias de la vida. Cuando dicen que de “esta saldremos todos juntos” realmente se comete un pecado, el de mentir y manipular. Al fin y al cabo, la vida la vivimos dependiendo de nuestras circunstancias y por ello cogemos o dejamos lo que nos interesa. La vida es sabia y como personas humanas aprendemos de los errores para redimirnos ante ellos.
Corpus Christi es una historia humana. Una de esas que ha existido de verdad y que a lo mejor hemos soñado tratando de ser quien no somos. ¿Cuántas veces no hemos soñado con ser algo que no somos? ¿Cuántas veces no nos hemos puesto en la piel de otra persona para conseguir algún beneficio? La película de Jan Komasa es un milagro de sociedad actual, la de una persona que por circunstancias de su vida se ha visto sumergida en la delincuencia para reencontrarse con él mismo, a costa de las mentiras para encontrar la verdad, una luz que contagia a los demás para ser más responsables.
Bartosz Bielenia se mete en la piel de un joven que sale de un correccional para encontrar un nuevo rumbo en su vida, trabajar en un aserradero y tratar de salir adelante. Un camino en el que conoce a Dios y decide hacerse pasar por párroco en una pequeña aldea.
Una historia dramática, en la que la mentira pone patas arriba la gran falsedad de la vida: la esperanza que nos venden para convertirla en la que a nosotros nos interesa. Una película brillante en la que la interpretación de Bartosz Bielenia es la gran delicia de la película. Poderosa, hipnótica y que se convierte más empática con el espectador a medida que avanza el metraje.
La narración de la película es la perfección en el guion. La caída del hombre para encontrar una redención a costa de las ilusiones de otros, de los sueños y esperanzas perdidas que se retroalimentan con su historia. Lo mejor de todo sin duda es el debate que abre, el cisma que genera en la Iglesia para tratar de asimilar lo que es justo de lo que no, de vivir rodeados de una gran mentira para afrontar la verdad de la vida.
Corpus Christi es el sabor de la culpa en una película llena de luz a costa de la redención del hombre. Una película que analiza y cuestiona la clase de persona que somos, y los dogmas a los que estamos enfrentados.