3´5 Butacas de 5
El homenaje a las películas de los años ochenta es algo que se empieza a hacer palpable en numerosos proyectos. Parece que muchos directores tiren de la nostalgia de unos años que nos han traído grandes películas de terror o figuras icónicas como Jason Vorhees, Michael Myers o Leatherface. ¿Qué ocurriría si alguna de estas figuras se sometiera a terapias de grupo?
Vicious Fan es una de las sorpresas del Sitges 2020. Una película de índole ochentera pero que es un homenaje al cine slasher, con tintes de humor, aventura y nostalgia. Todo fan de terror se sentirá identificado con la película de Cody Callahan, un director que demuestra su pasión por el genero y que sin ser una espectacularidad reúne todos los recursos esenciales para que el espectador disfrute con lo que narra.
Evan Marsh se mete en la piel de un joven periodista, obsesionado con las películas de terror y con nuevas ideas para fomentarlas. Está deseoso por conseguir una exclusiva que le permita indagar más sobre la personalidad de los asesinos en serie y obtener así un éxito, algo que en el amor no tiene al estar perdidamente enamorado de su compañera de piso, pero sin demasiada suerte. Todo cambia una noche en la que decide ir detrás de Bob (Ari Millen) que ha compartido una cita con su amor platónico hasta un restaurante en el que todo parece normal hasta su hora de cierre. Y es que, tras una serie de copas, nuestro intrépido protagonista acaba borracho en el baño y al salir descubre como se está celebrando en el mismo lugar una reunión de asesinos como terapia a sus adicciones.
La película desde ese momento se convierte en un festival de locura, que saca lo mejor del género para convertirlo en una diversión gore y que se ríe de los propios clichés. Nuestro protagonista junto a Carrie (Amber Goldfarb) deberá sobrevivir a una noche de persecución y muerte a la vez que nuestra femme fatale femenina trata de acabar con la vida de estos asesinos.
Una película sorprendente que saca lo mejor de un estilo además de homenajear con mucha clase ochentera el terror.