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La naturaleza sonríe, llora, siente, padece y vive. Es un latido constante del que se nutre la fauna y la flora del planeta tierra. Formado por diferentes ecosistemas son varios los paisajes de España que viven en armonía con el medioambiente y en el que viven miles de especies.
Dehesa, el bosque del lince ibérico es la nueva película de Joaquín Gutiérrez Acha (Guadalquivir, Cantábrico) un largometraje que emite latidos de vida a través un minucioso trabajo documental en el que se recogen los retazos del ciclo vital de los animales que residen en uno de los paraísos naturalezas que poseemos.
Un lugar único en el que el espectador descubrirá a través de sus imágenes, las sensaciones con las que viven las especies de animales residentes entre encinas, alcornoques y quejigos. Herbívoros, carnívoros, flores, árboles, todo en la dehesa cobra sentido en la excelente película de Gutiérrez Acha que a través de las imágenes vemos la intimidad de los animales a la hora de cazar, proteger a sus crías e incluso alimentarlas.
Una película amable, que nos muestra un paraíso que poseemos en el planeta tierra y que debemos de conservar. Un lugar amable y salvaje, como la vida, un hábitat que recibe visitas de trabajadores para recoger el corcho y de los más curiosos como el cerdo que busca su bien más preciado: la bellota.
El largometraje consigue a través de sus imágenes incisivas y cautivadoras demostrar el talento de su cineasta como ya hiciera en anteriores ocasiones. Desde las tomas de una madre cuidando de sus cachorros linces, al uso de drones para mostrarnos la belleza de un paisaje que hipnotiza.
Dehesa, el bosque del lince ibérico es un canto a la vida y a la conciencia de nuestra sostenibilidad para seguir cuidando un paraíso que es fuente de oxígeno y del alma animal de quienes habitan allí.
