3 Butacas de 5
El cine español es uno de los mejores cines del mundo. Pedro Almodóvar, Alejandro Amenábar, Luis Buñuel o Luis García Berlanga son autores que han contribuido a que España sea un país rico en cuanto a cultura cinematográfica. A pesar de eso, hay un género que todavía no hemos dominado: el musical. Contamos con buenas películas musicales en nuestro cine: El otro lado de la cama, Las cosas del querer o, recientemente, La llamada. Sin embargo, parece que no nos interesa demasiado. Creo seriamente que ya va siendo hora de cambiar esto, y comenzar a realizar proyectos más musicales, alegres y valientes como la película de la que vamos a hablar hoy: Explota Explota.
A pesar de su color y alegría, la historia de Explota Explota comienza con algo de tristeza: María, la protagonista, huye de su boda con Massimiliano en Roma, por lo que viaja hasta Madrid para comenzar una nueva vida. Ese día conocerá a dos personas que determinarán su estancia en la capital: Amparo, una joven y dicharachera trabajadora del aeropuerto, que se convertirá en su mejor amiga y confidente; y Pablo, un atractivo trabajador de TVE del que se enamorará perdidamente. A partir de ahí, María perseguirá su sueño de convertirse en bailarina de un famoso programa de televisión, al mismo tiempo que la censura de los años 70 luchará por reducir el nivel de libertad de los españoles. Y todo esto a ritmo de Raffaella Carrà. Ahí es nada.
Creo que ante todo tenemos que dejar claro un hecho incuestionable: Explota Explota es una película entretenidisima. Es muy agradable encontrarse con una cinta que derrocha alegría y color en todas y cada una de sus escenas, en contraposición al dramatismo que vivimos este año. Esta felicidad tan contagiosa hace que los posibles fallos que existan en la película (que existen, ya os lo digo) se emborronen, porque el film de Nacho Álvarez es encantador. Es de agradecer proyectos tan originales y vivos como este.
En el guion encontramos momentos de mucha lucidez y gracia, al mismo tiempo que ciertos fallos. Por un lado, el humor funciona de maravilla por norma general, exceptuando momentos puntuales que pueden resultar incluso incómodos, salvados normalmente por un reparto muy cómico. Es divertida, muchas veces fresca, y alegre. Tristemente, hay que reconocer que Explota Explota tiene ciertos elementos muy facilones en su historia, lo que la terminan convirtiendo en predecible. Algunos puntos de giro están metidos con calzador, haciendo que muchas veces la historia pierda realismo y verosimilitud. Aunque estemos hablando de un musical fantasioso sobre la Carrà, hace falta que ciertos elementos de la historia estén bien construidos.
Una de las cosas más interesantes de la película es el mensaje que pretende lanzar: la libertad y el derecho a mostrar quienes somos sin miedo a la censura o al reproche de los demás. Me gusta mucho que la historia no solo nos hable de esto, sino que además se sitúe en un momento tan representativo de esto como es la época franquista, con esa horrorosa censura que invadía la televisión y el cine, haciendo que los artistas y autores perdieran libertad. Es por esto que también me parece que Explota Explota es una película valiente: realizar un musical tan vivo y libre sobre una época y un concepto tan arcaico y retrógrado como es la censura es maravilloso y digno de alabar.
Al ser un musical, es lógico que la música juegue un papel fundamental en la historia. Sí que es verdad que las canciones de Raffaella Carrà invaden la película, dándonos momentazos y logrando que el público comience a cantar algunas de sus canciones más recordadas. A pesar de eso, creo que los números musicales resultan algo flojos en el apartado de la dirección. Podrían haber sido mucho más espectaculares y creo que no le saca todo el partido posible a esas canciones que todos conocemos. Nacho Álvarez no dirige mal, tiene talento, pero creo que no ha sacado todo su potencial con esta película.
En el reparto de Explota Explota encontramos de todo. Ingrid García Jonsson hace un buen trabajo defendiendo la película, pero esta termina comiéndosela en ciertos momentos (sobre todo cuando llegamos a momentos más musicales). Sin embargo, también tenemos a Fernando Guallar y Verónica Echegui. Por un lado, Guallar logra una interpretación notable, calmada y al mismo tiempo relevante. Por el otro, Verónica Echegui se come la película por completo. Esa Amparo eleva la película a otro nivel, haciendo reír y emocionarse al público. Incluso sus números musicales son los más relevantes. La alegría que desprende Echegui es encantadora y contagiosa. Una maravilla de personaje y de interpretación.
En conclusión, Explota Explota es una película necesaria en estos momentos tan complicados. Una inyección de alegría y diversión que hará disfrutar al público medio con sus canciones y su humor. A pesar de tener algunos fallos gordos en el desarrollo y estructura de su historia (como puede ser la falta de construcción de ciertos momentos o la inexperiencia de la dirección), la música de la Carrà hace que te olvides de esto, haciéndonos disfrutar más de sus canciones. Verónica Echegui se merece todos los premios que le den por el papelón que se marca en la película.