5 Butacas de 5
Las películas son mucho más que un simple visionado. No solo entretienen, son canalizadores de mensajes que se clavan en la memoria y en el alma del espectador. Todas pretenden transmitir algo y para hacerlo en mayor o menor medida dependerá de todos los mecanismos que la película ponga en práctica.
La historia del cine nos ha regalado grandes momentos. Escenas trepidantes que siempre marcarán un antes y después para nuestras retinas. Un alivio de felicidad, un suspiro de alegría al conmovernos después de haber paladeado una película. Estas sensaciones son las que provoca sin duda alguna el gran Aaron Sorkin y su nuevo largometraje El juicio de los 7 de Chicago.
Un film trepidante, lleno de emoción y ritmo que nos hace sentir en sus diálogos y precisión, la energía necesaria de un cine que domina con maestría. Porque si Aaron Sorkin tiene algo bueno es que sus historias calan en el alma y sabe llevarlas con la armonía y calidad que requieren siempre.
Con El Juicio de los 7 de Chicago no solamente vuelve a hacer gala de que es uno de los mejores narradores que existen, es que desquita el irregular sabor que dejó Molly´s Game para ofrecernos una historia de esperanza, de libertad y de lucha ejemplificada en los protagonistas de una historia real que bien puede aplicarse a los tiempos actuales.
¿Acaso no vivimos en una caza de brujas? ¿No nos sentimos coaccionados a veces por expresar nuestra libertad de expresión? Sorkin lleva el discurso pacifista en contra de la guerra de Vietnam hasta nuestros tiempos, donde salir a la calle pacíficamente puede convertirse en una batalla campal por quienes no empatizan con lo que es justo.
La historia de El Juicio de los 7 de Chicago se centra en siete hombres con ideales progresistas, activistas por la paz y de diferentes organizaciones. Acusados de incitar a la violencia y el odio, acudieron a la convención demócrata para protestar contra la guerra de Vietnam. Lo que ocurrió posteriormente, fue una caza de brujas en toda regla por el gobierno republicano que entró posteriormente. Retomando aquellas circunstancias para sentar a los acusados en el estrado y declararlas culpables en un juicio político desde su comienzo.
Aaron Sorkin se ha rodeado de un espectacular elenco que da lo mejor de ellos mismos. Desde los diálogos llenos de ritmo, a una manera de narrar brillante con la que el espectador no solamente entenderá mejor las acciones sino que empatizará con cada una de las formas de ser de sus protagonistas.
Eddie Redmayne, Alex Sharp, Jeremy Strong, Sacha Baron Cohen, John Carroll Lynch, Yahya Abdul-Mateen II, Mark Rylance o Frank Langella son los nombres más destacados de un reparto que también cuenta con un par de cameos con los que hay que quitarse el sombrero. Todos ellos están fantásticos aunque quienes se llevan la palma son sin duda Mark Rylance y el gran Sacha Baron Cohen. El cómico actor vuelve a hacer gala de que no es simplemente un tío divertido, sabe hacer drama y lo hace muy bien. Su interpretación es desde ya una de las que hay que tener en cuenta en la categoría a Mejor Actor de Reparto.
Todo lo que acontece en la película se puede trasladar a los tiempos actuales. Desde los discursos fascistas de la ultraderecha en la que catalogan a la izquierda de pocos higiénicos a demonizarlos con ataques de odio y mentiras. El guionista y director de la película no ha dejado botón sin coser uniendo todas las piezas y falacias actuales que se vierten contra quienes luchan por la libertad.
El Juicio de los 7 de Chicago es una de las películas del año, un homenaje a la libertad y a las historias bien contadas pero sobre todo interpretadas.