La cineasta ha presentado en el Festival de San Sebastián un cortometraje dedicado al cine, la mezcla de ficción y realidad, y las relaciones familiares a través del séptimo arte.
Feliz y llena de vitalidad, Marina Palacio ha conseguido una de sus grandes ilusiones: proyectar su cortometraje Ya no Duermo en el Festival de San Sebastián. Un trabajo dedicado al cine y a las relaciones familiares y de fraternidad que une el séptimo arte.
Hemos hablado con la directora del cortometraje.