El cine ha resquebrajado los límites entre la realidad y la ficción en incontables ocasiones, y aun así, siempre encuentra el modo de sorprender a las audiencias. Tal es el caso de My Mexican Bretzel, ópera prima de Nuria Giménez que combina una vieja colección de cintas en 16mm filmadas por su abuelo y el diario imaginado de su abuela para una película tan fascinante como inclasificable.
Hablamos con la directora en el marco del Guanajuato International Film Festival (México) sobre las dificultades propias de su proceso creativo, sus fuentes de inspiración y las reflexiones suscitadas la que bien podría ser considerada una de las metanarrativas cinematográficas más brillantes de los últimos tiempos.