5 Butacas de 5
Toda historia tiene dos o más versiones. Hay historias que levantan emociones, recuerdos y ecos de luchas que unos quieren olvidar y otros conmemorar. Luchas que, además, viven en el pasado. Patria es una de esas historias de muchos, con gente en medio y gente en ambos lados, incluso que no quiere más que olvidar por temor a su conciencia o a la de los demás. Adaptación de la novela de Fernando Aramburu, Aitor Gabilondo (Vivir sin permiso, El Príncipe) y HBO España nos traen una serie que hace revivir para entender y comprender.
Con actrices como Elena Irureta (Flores de otro mundo, Gernika), interpretando a Bittori; y Ane Gabarain (Agur Etxebeste!, Fe de etarras) a Miren; ambos personajes a la cabeza de las dos familias protagonistas que se encuentran en los dos lados que marcó el conflicto armado de ETA; por un lado la familia de un asesinado y por el otro, la familia de un etarra.
Un montaje no lineal, nos va dando multitud de pistas y engranajes para construir un relato donde cada personaje mueve su propio motor, y donde vemos hasta dónde pueden llegar las consecuencias de la cercanía a los actos de un grupo como ETA. Nos vemos envueltos en una atmósfera de expectación, nerviosismo y espera. Desde el inicio del primer capítulo conocemos el detonante que hará que las protagonistas dejen a un lado su vida tal como la conocían, una con un marido muerto y la otra con un hijo desaparecido para su familia.
Todos conocemos lo que ocurrió mientras ETA estuvo activa, incluso conocemos testimonios de unos y otros; víctimas, antiguos militantes y presos. Pero esta serie va más allá; no se puede equiparar a lo que la novela hace sentir, pero podremos introducirnos en el pensamiento de los personajes y, al menos, entender. A pesar de haber visionado tan solo dos capítulos, puedo afirmar que todo apunta a una adaptación en condiciones de la novela; sin olvidar que se trata del medio audiovisual. Un reparto vasco encarnando a los personajes que nos narrarán la historia, unos escenarios donde podemos visualizar la trama y un ritmo narrativo muy acorde al tono de lo que estamos viendo; una aglomeración de buenas decisiones de realización audiovisual que terminan de poner la guinda.
Hay veces que una adaptación, a pesar de ser buena y correcta tiene cierto aire apresurado; gracias a que es una serie, los creadores pueden permitirse el lujo de dotar del ritmo necesario en todo momento. En definitiva, una buena serie que ha sabido darles vida a las páginas de Aramburu.
Al contrario de lo que muchos están opinando (habiendo un alto porcentaje de gente que no ha visto nada más que el tráiler), no hay una posición política que justifique o defienda algo ideológico. Es una historia humana, ante todo, que se detiene en todos los factores que pueden condicionar a una persona. Una muestra, no una ideología.
