3´5 Butacas de 5
Con la irritación propia de las llantinas todavía patente en mis ojos, escribo estas líneas con el fin de compartir mis impresiones sobre My Hero Academia: El despertar de los héroes (Boku no Hero Academia the Movie -Heroes: Rising-, Kenji Nagasaki), segunda película sobre el famoso anime basado en el manga Boku no hero creado por Kôhei Horikoshi.
Situada después de los acontecimientos ocurridos en la cuarta temporada de la serie televisiva, este film sitúa a su protagonista Deku y a sus compañeros de escuela en la isla Nabuto, donde tendrán que suplir al héroe que la protegía y enfrentarse a retos propios de héroes profesionales. Pronto conocerán a Katsuma Shimano, un niño que tiene el don de la activación celular, que le permite activar las células de su cuerpo o las de otra persona a través del tacto, lo que le convertirá en el objetivo de Nine, un nuevo y poderoso villano que llevará a Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo a unir sus fuerzas y superar sus límites como nunca antes.
Esta curiosa unión (la rivalidad entre ellos es más que visible desde el inicio de la serie) nos obsequia uno de los momentos más emocionantes y épicos de toda la saga, todo un regalo para el fiel seguidor del anime, que, tras ver cómo Deku y All Might (el héroe más poderoso) conformaban un tándem inigualable en la primera película (My Hero Academia: Dos héroes, 2018), aquí ve cómo los dos alumnos más superdotados de la academia U.A se juntan para enfrentarse a la mayor amenaza de cuantas hemos visto en Boku no Hero. Un servidor ha de reconocer que en cierta escena protagonizada por esta pareja de jóvenes titanes no ha podido contener una emoción tan embriagadora como difícil de explicaren este artículo. Y es que estamos ante una obra muy emotiva que cautivará tanto al fan del manganime como a quien busque una historia capaz de sacar el lado más humano de los superhéroes.
Evidentemente, como toda obra que se precie, Boku no Hero Academia the Movie -Heroes: Rising- no es perfecta; pues en cierto punto, tantos fuegos artificiales harán desconectar a más de un espectador que se quede perdido entre tanta explosión. Esto, sumado a que la obra que nos ocupa no es tan coral como la anterior película de la saga (aquí casi toda la trama se centra en el dúo protagonista, los tres villanos principales y el niño con el don tan ansiado por quien quiere robárselo), hace que el conjunto se quede algo más cojo en su faz más dramática. Aunque, todo sea dicho, en muchos ámbitos es superior ante su antecesora: muestra la mejor animación de My hero Academia hasta la fecha, tiene un guion mejor construido y cohesionado (aunque no tan equilibrado en el reparto del peso argumental entre los personajes) y contiene un conflicto mucho más interesante que el que teníamos en Dos héroes. Si a esto le añadimos la presencia de unos villanos de peso y unos adorables infantes que nos robarán más de una sonrisa (y alguna lágrima), nos queda una cinta que da un paso hacia adelante en cuanto a acción, épica y emotividad. Sin duda estamos ante una obra que ningún fan debería perderse. ¡Plus Ultra!