4 Butacas de 5
Las historias humanas se escriben a través de sueños, ilusiones, esperanzas. Caídas frente a las barreras, saltos sobre las piedras que nos pone la vida o las acomodaciones que encontramos en nuestro día a día. La esperanza es lo único que no perdemos pese a comportarnos diariamente como podemos a pesar de vivir en un mundo injusto.
Yeo Siew Hua dirige A Land Imagined, película que ya está en las carteleras y que se alzó como la mejor película en el Festival de Locarno. La historia de la película nos traslada hasta Singapur, un lugar convertido en el milagro económico pese a las pésimas condiciones laborales en las que trabajan los trabajadores de algunos sectores. La recuperación económica a costa del sufrimiento de los más débiles, de aquellos que pese a tener sueños en la vida se encuentran alineados en una sociedad que les aprieta y tratan de resguardarse por las noches en un simple cibercafé.
El largometraje nos presenta dos historias diferentes pero que convergen en un mismo punto, el de las ilusiones que queremos alcanzar, aunque nos sintamos solos. Por un lado, Wang, un humilde trabajador sin esperanzas, que trabaja de sol a sol en el área industrial de la ciudad y duerme en una habitación llena de chinches en el colchón. Explotado, sin seguro médico y sin tiempo que le permita ser feliz, la mala fortuna hace que un día tengo un percance laboral de salud lo que sumado a sus problemas de sueño hará que se pierda más en sí mismo. Preocupado por su repatriación al ser inmigrante, comienza a visitar un cibercafé nocturno con la ilusión de encontrar un contacto humano que le haga despertar del mundo amargo en el que vive. Una amistad virtual que encuentra y muy turbia. Tras la desaparición misteriosa de Wang, un policía llamado Lok, también un ser solitario, decide investigar el caso para descubrir lo que le pasó a Wang.
La película es hipnótica desde el primer momento, especialmente en sus planos nocturnos que representan a la perfección la jungla de esperanzas perdidas de la ciudad y el ambiente turbio que se respira. Una representación de la alineación del ser humano que su director ejecuta perfectamente no solamente en sus planos sino en la historia en forma de denuncia social ante la grave situación laboral por la que atraviesan los inmigrantes en todas las partes del mundo.
Falta de interacción social, soledad e inmigración, una película que no defraudará al espectador y con la que congeniará gracias al trabajo de todo el elenco y el cineasta. Cien por cien recomendable para aquellos que busquen cine asiático con denuncia social.