La película permanecía inédita en video bajo demanda desde ese momento. Con un reparto de infarto, encabezado por Javier Cámara, Candela Peña, Carmen Machi, Julián López, Secun De La Rosa, Jorge Monje, Yael Bamatán, Antonia San Juan, Pepón Nieto y Pilar Castro.
#ConUnPack Distribución realiza el preestreno del último film del guionista y director Félix Sabroso El tiempo de los monstruos. La película llega hoy 4 de septiembre a Filmin, FlixOlé, Amazon Prime Video (en las 3, en modalidad para suscriptores) y también a nuestro multicine virtual PlayPack / Sala Cero, donde estará en alquiler. En las próximas semanas será estrenada internacionalmente con el título de The Age of Monsters a través de Amazon Prime Video.
Estrenada en cines en 2016 “El tiempo de los monstruos” permanecía inédita en video bajo demanda desde ese momento. Con un reparto de infarto, encabezado por Javier Cámara, Candela Peña, Carmen Machi, Julián López, Secun De La Rosa, Jorge Monje, Yael Bamatán, Antonia San Juan, Pepón Nieto y Pilar Castro, fue la primera película que Félix hizo tras la muerte de su compañera artística Dunia Ayaso. Y es, quizás, la película mas inclasificable de Sabroso hasta la fecha.
Declaraciones de Félix Sabroso
-“El viejo mundo se muere y el nuevo tarda en aparecer, y en ese claroscuro, surgen los monstruos”. Está cita de Antonio Gramsci, preside el comienzo de la primera película que abordé sin Dunia, y que tras unos años desde su estreno en salas y festivales se estrena por fin el 4 de septiembre en plataformas digitales. La Frase del filósofo italiano y la película adquieren más significado por todo lo vivido durante este desconcertante 2020.
El origen de la historia se desprende de eternas conversaciones con Dunia, acerca del nacimiento y la narración de las historias y de la naturaleza creativa, (pero no solo la de los que trabajan en este oficio, sino la del común de los mortales). También plantea el acto de vivir como un constante acto de fe en el roll que nos toca jugar. Tanto los actores como el equipo y yo mismo, sabíamos que, de todo este estado de las cosas, saldría inevitablemente una película personal y arriesgada. Sin embargo, nos esforzamos conscientemente, quizá más que nunca, en tratar de no obviar el interés y el entretenimiento del espectador. Hay ironía, hay retrato de un mundo apuntalado que no acaba nunca de desmoronarse y hay amor al cine.
De pequeño iba a las salas y veía películas que me fascinaban y el hecho de no entenderlas al cien por cien, no me provocaban desinterés, sino que al contrario me producían anhelo de mejora y necesidad de saber. Hacerme con la película como si hablase para mi. Sin preverlo, esa sensación generó en mi un aspiracional instinto de superación, quería acercarme a lo que me fascinaba, sin la ambición de entenderlo del todo, sino simplemente con el deseo involuntario de formar parte de él.
Me gusta pensar que los que hacemos películas tenemos una responsabilidad con los que nos ven: No bajar el listón facilitando las cosas al espectador más vago, sino, al contrario, ponerlo en acción, hacerle usar su propia mirada e invitarlo así a formar parte del juego. Esta pretensión tenía al rodar por fin “El tiempo de los monstruo”s. Y digo por fin, porque creo que esta historia, de alguna manera, me ha acompañado demasiado tiempo en silencio. No haberlo hecho antes, ha sido sin duda una forma de tacañería. Llega a vosotras/os tras un viaje de cuatro años y estoy convencido de que lo hace en el momento más oportuno”.
SINOPSIS
Víctor, que dice haber rodado algunas películas que no ha conseguido estrenar, reúne alrededor de su lecho de muerte a sus más fieles colaboradores, con el fin de representar su obra póstuma. Su esposa Clara, una mujer rica en busca de su identidad; Andrea, una actriz que llega acompañada de su dentista; Raúl, su fiel guionista y amigo, que acude con su pareja, una dibujante frustrada e insegura. Además, están Fabián y Marta, dos miembros del servicio que actúan como enfermeros. Todos participan de una insólita convivencia que será como el rodaje de una película, en la que tiene lugar un confuso debate sobre sus relaciones y el origen de su inquietud frente a la actividad creativa.